jueves, 28 de noviembre de 2013

I. Tu partida

Mis pesares son insignificantes
Para ser comparados con tu despedida…
Podría yacer y decirme que todo está bien
Que no existe tristeza ni melancolía,
Pero me engañaría a mí mismo.

Tu partida me ha dejado roto,
Y aunque intento mantener la compostura,
Me es imposible al ver como tu alma se va de entre mis manos.

Como humo en viento de invierno,
Es blanco, pálido y se eleva fuera mi alcance.

Mi mente no coordina lo que ha pasado,
Desgarro mi alma al caminar por las calles,
Completamente desolado
Me siento tan solo.

Eras tú la musa que inspiraba mi sueño y mi despertar
Pero ahora que te he perdido
Todo se ha vuelto inverosímil
El sol no sale para mi hoy.

Solías acariciar mi rostro cada mañana
Con una deliciosa fragancia
Que provenía de tu largo cabello.

Solías decirme que cada día que pasaba era especial,
Porque juntos estábamos,
Cuando me veías con tus ojos entre cerrados
Y lentamente nos besábamos

Anhelo más que nunca recorrer tu inocente cuerpo,
Tus suaves curvas y llenarme de tu esencia,
Aunque sea por una última vez...

Ahora mis lágrimas caen en tus pálidos labios,
 Mi corazón se ha detenido al igual que el tuyo.

Me percato de que el muerto soy yo
Porque tú vives dentro mi mente
Y yo vago por esta vida
 Como cuerpo sin alma.

De esta manera, amor mío,
He decidido unirme contigo en la eternidad,
Donde no seas arrebatada de mi lado
Y pueda disfrutar de tu sonrisa una vez más.


Porque una vida sin ti... no es vida.


L.C. & M.S.

No hay comentarios:

Publicar un comentario